En el desarrollo de una página web orientada al adulto mayor, ya como se sabe, este grupo tiene necesidades específicas en cuanto a la presentación y uso de la información desde el punto de vista tecnológico. Además de ser intuitiva, entendiendo que este término es amplio y debe aplicarse considerando las diferencias de experiencia entre niños, adolescentes y adultos mayores, se deben tener en cuenta aspectos como la disminución motora en las manos, la falta de sensibilidad en los dedos, las dificultades visuales, el tamaño y tipo de letras más adecuados, el uso de colores y contrastes, las separaciones entre elementos gráficos, la claridad en la composición de la información y la ubicación de los elementos para facilitar su uso por parte del adulto mayor.
También se busca que las selecciones en la página sean directas y conduzcan al usuario de manera clara a lo que desea hacer, evitando ofrecer demasiadas opciones que puedan generar confusión. Actualmente, muchos diseños de páginas y sitios web están pensados para personas familiarizadas con la tecnología, lo cual no siempre es el caso en el grupo de adultos mayores.
En cuanto a las funcionalidades, se desean abordar las habituales en una página web, como el registro, la búsqueda de información, el acceso al carrito de compras, el contacto con el proveedor, el retorno al inicio y la visita al blog del proveedor.
Consideraciones de Diseño:
Contraste: Utiliza colores con buen contraste para facilitar la lectura, como texto oscuro sobre fondo claro o viceversa.
Colores suaves: Opta por colores suaves y cálidos que no sean demasiado brillantes ni estridentes, ya que estos pueden resultar difíciles de percibir para algunas personas mayores.
Destacados claros: Utiliza colores más llamativos o destacados de forma moderada para resaltar elementos importantes sin sobrecargar visualmente la página.
Consistencia: Mantén una paleta de colores consistente en toda la página para crear una experiencia visual armoniosa y fácil de seguir.
Fuentes:
Tamaño legible: Usa fuentes con un tamaño suficientemente grande para una lectura cómoda, considerando las dificultades visuales de algunos usuarios mayores.
Tipografía clara: Elige fuentes claras y legibles, preferiblemente sin adornos excesivos ni estilos muy elaborados que puedan dificultar la lectura.
Contraste: Asegúrate de que haya suficiente contraste entre el texto y el fondo para una lectura fácil y sin esfuerzo.
Espaciado: Utiliza un espaciado adecuado entre líneas y párrafos para mejorar la legibilidad y la separación visual de los contenidos.
Disposición de elementos:
Organización lógica: Distribuye los elementos de la página de manera lógica y coherente, siguiendo un flujo de lectura natural de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.
Priorización de contenido: Coloca los elementos más importantes y relevantes en lugares prominentes y fácilmente accesibles, como en la parte superior de la página o en menús destacados.
Simplicidad: Evita sobrecargar la página con demasiados elementos o información innecesaria; prioriza la simplicidad y la claridad en el diseño.
Espacios en blanco: Utiliza espacios en blanco estratégicamente para separar y organizar visualmente los diferentes bloques de contenido.
