Dice la historia que se encontraba un Osito de peluche descansando en repisa de juguetes de un niño que al momento dormía después de todo un día de juegos.
Un Caballito de juguete hermoso y reluciente se fijo en el Osito de peluche y mirando con desprecio y suficiencia lo interpeló diciendo.
Pero mírate Osito como estás, te falta un ojo, se te saltan la costuras, se te sale el relleno eres en verdad un desastre total en cambio mira como estoy, bello y reluciente.
El Osito guardo silencio un momento y repuso.
Es verdad te ves muy bien, yo en cambio libro duras batallas de almohadas , persigo sueños, busco las sombras que se escapan furtivas las cuales cazamos bajo la pequeña carpa hecha de cobijas y almohadas que mi querido niño comparte conmigo.
No cambiaría como luzco así me veas como un desastre total, dado el lugar que ocupo en el corazón de mi niño. por el brillo y lustre de algo que nadie quiere ni usa.
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A mi me encanta ver herramientas usadas, juguetes desgastados, ver cuando las personas a hurtadillas sacan dulces de una confitera, cuando mi señora en lugar sus lindas piyamas se pone una camiseta mía para dormir, los platos de comida en una mesa ya completamente vacíos, unos artistas siendo aplaudidos en fin cualquier cosa que honre el trabajo de una persona mediante su uso o la aprobación de las personas.
En ocasiones me robo un par de de-gustaciones de cualquier cosa y recibo un volante que un persona ofrece solo por ver la cara agradecimiento de las personas con ese simple gesto. Hacerlas sentir que su trabajo vale la pena.
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